Veterinario: el generalista animal

No siempre es fácil explicar las múltiples tareas del veterinario y la complejidad de su profesión. De hecho, esta profesión reúne varios medicamentos diferentes.

El veterinario o médico de animales desempeña varias funciones: médico general, cirujano, dentista, radiólogo, etc.
Para ello, el veterinario puede ejercer su función libremente según su campo preferido. Cuidará de las mascotas en el consultorio o clínica; ganado, caballos (ámbito particular de los caballos deportivos). También podrá trabajar en el servicio público: como inspector veterinario de salud pública, su función será proteger la salud de los animales y garantizar el buen desarrollo de las consultas. Finalmente, el veterinario podrá optar por ejercer en un laboratorio de análisis médicos para realizar análisis virales y bacteriológicos.

Pero entonces, ¿qué veterinario elegir en caso de ser necesario?

Esto dependerá de las necesidades del paciente y de la naturaleza deseada de la consulta. De hecho, hay veterinarios a domicilio, en la consulta, pero también veterinarios de guardia para cualquier emergencia. Los veterinarios que acuden a tu domicilio obviamente tienen un precio más elevado pero te permiten recibir una atención rápida y en el entorno de tu mascota.

Para comprender mejor esta compleja profesión, descubriremos los principales objetivos del veterinario a lo largo de su carrera y luego exploraremos sus mayores frustraciones y miedos.

Los roles del veterinario

1 - Brindar cuidados de calidad a los animales

El veterinario debe, en primer lugar, velar por la salud mental y el bienestar físico de los animales.

De hecho, la calidad de vida de tu mascota es importante para establecer un vínculo con ella y para que se sienta bien junto a su dueño. Esta calidad de vida se caracteriza por el bienestar físico y psicológico y, por tanto, la salud en general.

Hay cinco libertades requeridas para el bienestar animal según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE):

Ausencia de hambre, sed y desnutrición: garantizar el acceso total a los alimentos y la buena salud nutricional del animal.
Ausencia de miedo o angustia: asegurar la calidad de vida del animal en el hogar de su dueño.
Ausencia de dolor, lesiones y enfermedades: prevención y atención rápida en caso de problema de salud, accidente o lesión.
Posibilidad del animal de expresar comportamientos propios de la especie: garantizando un ambiente adecuado a las necesidades del animal y permitiendo su desarrollo. Asegurar la posibilidad de que también esté en contacto con otros congéneres.
Ausencia de estrés: el animal debe beneficiarse de un bienestar psicológico ya sea en el contexto de la cría o como un solo individuo doméstico.
Todos estos diferentes parámetros dependerán obviamente del papel y la implicación que el propietario tenga en el bienestar de su animal. Para ello, es importante concienciarle de todos estos diferentes aspectos.

2 – Educar a los propietarios sobre buenas prácticas en el hogar

Durante las distintas visitas de sus pacientes, el veterinario, además de brindar cuidados, da consejos sobre cómo tratar a los animales y cómo hacerlos “felices”. Es decir, enseñar a los dueños a jugar con sus animales, alimentarlos correctamente, brindarles los cuidados necesarios.
El objetivo es, evidentemente, hacer comprender a los propietarios que la felicidad del animal depende de ellos, pero también prolongar preventivamente su esperanza de vida.

Por último, los veterinarios propondrán acciones y hábitos sencillos como ofrecer un número ideal de comidas al día, preferir un tipo de dieta concreto, controlar periódicamente la salud del animal o incluso hacerle vivir en un entorno adecuado.

3 - Establecer una relación de confianza con los propietarios

De hecho, los veterinarios buscan establecer una relación de confianza entre propietarios y animales para crear la mejor comunión posible.
Sobre todo destacaremos la importancia de crear una relación de confianza entre el propietario y el propio veterinario.
De hecho, según varios estudios, los propietarios prefieren consultar a un profesional de la salud animal en lugar de recurrir a Internet. Luego, priorizarán la buena relación con el veterinario y sólo después, el compromiso del profesional con el bienestar animal y la calidad de estos servicios.
Por tanto, el veterinario juega un papel muy importante en la relación con los pacientes y debe ser eficaz para garantizar un buen seguimiento de los animales y ofrecer el mejor asesoramiento a los propietarios.

Aunque esto es importante para el buen desarrollo de las consultas, el veterinario puede encontrar algunas dificultades que dificultarán un poco su tarea.

Las frustraciones de los veterinarios

1- Los dueños de mascotas dudan ante los consejos del veterinario

A veces puede suceder que los propietarios acudan a una primera cita sin escuchar los consejos del médico y luego regresen sorprendidos por el estado de salud de sus animales. En algunos casos, los veterinarios también son amenazados y responsabilizados por la mala salud de los animales.
Se trata de un gran problema y las cifras son alarmantes: el 40% de los veterinarios jóvenes deciden no continuar 5 años después de dejar la escuela debido, en particular, a la presión de los propietarios que consideran que el veterinario es el único responsable a nivel psicológico o físico. salud del animal. El segundo motivo será el del número de horas, hasta 80 horas semanales en las zonas rurales.

2 - Cancelación de última hora de una cita o consulta no cumplida

Sucede que, sin darse cuenta, los clientes no cumplen con su cita porque generalmente están concertadas con antelación y simplemente la han olvidado. Sin embargo, hace unos años, muchos veterinarios todavía enviaban recordatorios de vacunación por correo; trabajo muy tedioso.

Afortunadamente, la digitalización ahora permite enviar recordatorios por correo electrónico o SMS a los dueños de mascotas. Sin embargo, esto no garantiza el 100% de los nombramientos cumplidos.

Aún así debe saber que una RNH (cita no cumplida) le hace perder tiempo y dinero al veterinario que las programa y prepara. La peor situación es obviamente la cancelación de último momento, lo que hace que los practicantes pierdan un tiempo precioso cambiando completamente su horario.

3 - Retrasos en los reembolsos del seguro de mascotas

Los retrasos en el reembolso son a veces habituales para los veterinarios que cobran precios elevados. De hecho, incluso por parte de las compañías de seguros, el reembolso a veces lleva tiempo, lo que repercute negativamente en la práctica del veterinario.
Una pregunta, entonces ¿por qué son tan caros los veterinarios? El Estado considera esta profesión como una profesión de servicios y no una profesión de salud. Por tanto, no están subvencionadas, lo que explica los elevados precios de las consultas. Además de los diversos elementos enumerados anteriormente, existen otros factores que pueden llevar al veterinario a situaciones delicadas.

Los temores de los veterinarios


1- Miedo al paciente insatisfecho y al estrés que genera este último

Los veterinarios a veces están sujetos a amenazas de demandas cuando los dueños de mascotas no están satisfechos con sus servicios.
Todavía es raro encontrar un caso de un veterinario que trate mal a los animales o cometa faltas profesionales.

Ser veterinario es un gran trabajo pero a veces puede resultar muy agotador. Las consultas pueden generar estrés debido a las exigencias de los clientes que cada vez son más exigentes.
Por ejemplo, en Quebec, uno de cada dos hogares tiene un animal de compañía, por lo que los veterinarios deben estar muy presentes. Sin embargo, la falta de veterinarios es importante y el 55% de ellos sufre problemas psicológicos relacionados con esta escasez de personal.
Además de eso, un estudio encontró que el 30% de los veterinarios fueron víctimas de acoso por parte de sus clientes.

2 - Miedo a diagnosticar erróneamente una enfermedad animal y causar daños irreversibles

Los veterinarios también tienen que preocuparse por las intervenciones y, sobre todo, por el estrés que supone acertar en el diagnóstico. No siempre es fácil entender bien al animal y tener la solución desde el primer encuentro. Evidentemente, los largos estudios antes de convertirse en veterinario les permiten una experiencia inigualable, aunque pueda suceder que determinadas consultas no salgan según lo previsto. Para prevenir este miedo, es necesario e imprescindible que el veterinario establezca previamente una relación de confianza con el dueño de la mascota y el animal.

3 - Miedo a enfrentarse a animales agresivos o peligrosos

Por último, a veces los veterinarios pueden encontrarse con animales agresivos sin saberlo. En efecto, si los propietarios no informan al profesional sobre el comportamiento diario de su animal, éste no podrá predecir posibles comportamientos peligrosos.

¡Gracias a @vetstudents_vic.emma por la foto!

Encuentra la entrevista a Charlotte, estudiante de veterinaria en España aquí mismo: Entrevista a Charlotte



Encuentra todos nuestros equipos veterinarios.